11 de marzo

 

Yo expulso los demonios con el poder de Dios (Lc 11, 20)

 

Muchas veces al interior de nuestras familias o ambientes laborales vivimos fuertes divisiones que nos llevan a separarnos y a perder la armonía. Jesús experimenta una situación similar después de liberar a un mudo del mal que lo atormentaba. Gracias a su curación, este pudo hablar de nuevo, suscitando la admiración de muchos y la crítica de otros, que relacionaron su acción salvadora a Beelzebú, el jefe de los demonios. División que desconcierta a Jesús y lo lleva a reafirmar con vehemencia, que su acción salvífica proviene del Padre: Quede claro que yo expulso los demonios con el poder de Dios. Y eso muestra que Él ha venido a reinar sobre ustedes”. Pidamos al Señor, en este día que ante las divisiones que podamos sufrir en nuestros hogares o trabajos, sepamos reconocer las situaciones que nos contraponen antes de entrar a juzgar sin fundamento a los demás. Así mismo, a procurar siempre ser personas de comunión y no de división, teniendo la osadía muchas veces de aprender a ceder para mantener la unidad del grupo. Pidamos al Señor que nos ayude en esta cuaresma a promover la unidad y la comunión en los diferentes ambientes cotidianos en los que transcurre nuestra existencia.

 

Actitud: Comunión.

 

Reflexionemos:

¿Promovemos en nuestros hogares o ambientes laborales la unidad entre todos?, ¿cómo podemos cultivar mucho más la comunión y la fraternidad en este tiempo de cuaresma?

 

Oremos:

Ayúdanos, Señor, a ser personas de escucha y comunión. A promover en nuestras relaciones familiares, laborales o comunitarias, ambientes de fraternidad, diálogo y solidaridad entre todos. Amén.

 

Recordemos:

Seguir a Jesús debe llevarnos a ser promotores de la unidad y la comunión en los diferentes ambientes que vivimos.

 

Actuemos:

Revisemos en este día las relaciones que vivimos en familia o en nuestro trabajo, presentémoslas al Señor en la oración y miremos que actitud concreta podemos poner en práctica para fortalecerlas.

 

Profundicemos:

Uno de los principales lugares en los que estamos llamados a fortalecer la unidad y la comunión entre todos son nuestras familias. Para ello, es necesario reconocer los conflictos que se viven y poner de parte de todos para superarlos (Libro: Claves para superar los conflictos familiares).

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