14 de Diciembre

¿De dónde era el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres? (Mt 21, 25)

 

El evangelio de este día, nos remite nuevamente a la figura de Juan el Bautista a través de la discusión que Jesús tiene con los ancianos y los sumos sacerdotes, tras expulsar a los vendedores del Templo. Ellos cuestionan la autoridad de Jesús y sus enseñanzas. Lo cual lleva a que Jesús reaccione confrontándolos sobre la procedencia de la autoridad de Juan para bautizar. Ante dicha confrontación sus adversarios se ven obligados a reflexionar sobre su actitud equivocada frente a Dios y su necesidad de conversión. Sin embargo, optan por mantenerse firmes en su negativa de no reconocer en Jesús al enviado de Dios cerrando toda posibilidad de conversión. Tal vez, nosotros también caemos en la tentación de las autoridades religiosas de Jerusalén de cerrarnos al llamado a la conversión que Dios nos hace. Preferimos continuar viviendo  movidos por nuestros propios intereses que acoger las exigencias del evangelio. Pidamos al Señor que nos ayude en este tiempo de Adviento a reconocer la necesidad que tenemos de salir de nuestros propios egoísmos para convertirnos al amor, al servicio y a la solidaridad con los más pequeños que nos enseña Jesús.

 

Reflexionemos:

¿Cómo acogemos en nuestra vida el llamado cotidiano que Dios nos hace a la conversión?, ¿qué valores del Reino podemos cultivar en familia durante este tiempo de Adviento?

 

Oremos:

Danos, señor, la capacidad de reconocer la necesidad que tenemos de dejar de lado nuestros propios intereses o egoísmos para abrirnos a la gratuidad de tu amor. Enséñanos  a compartir con alegría aquello que somos y tenemos con los demás. Amén.

 

Recordemos:

La conversión nos hace personas libres, capaces de amar y darse a cada momento.

 

Actuemos:

Pidamos en este día perdón a aquellas personas con las que tenemos alguna dificultad.

 

Profundicemos:

El Adviento nos invita a unir nuestra vida más a Dios a través de la conversión. Abrirnos al perdón de Dios, nos ayudará a hacer del encuentro con Dios durante este tiempo una experiencia liberadora (Libro: El perdón, sana y libera).

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