2 de julio

 

“Él se levantó y lo siguió” (Mt 9, 9)

 

Después de sanar al paralítico, Jesús pasa junto al lugar de la recaudación de los impuestos. Allí ve a un hombre llamado Mateo sentado en la mesa de cobranza, se interesa por él y lo invita a seguirlo. Mateo, acoge inmediatamente la propuesta de Jesús, se levanta, lo sigue y lo invita a cenar a su casa junto a otros publicanos y pecadores. Los fariseos al ver a Jesús sentado allí, empiezan a criticarlo, pero él aprovecha para dejarles claro, que su misión es buscar y acoger con misericordia a quienes por diferentes circunstancias, se han alejado del camino de Dios: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Jesús al llamar a Mateo a ser uno de sus discípulos, muestra no solo que Dios es un Padre misericordioso que acoge a todos sus hijos por igual y comparte con ellos la mesa, sino que también, abre las puertas del seguimiento para todos aquellos, que quieran empezar una nueva vida junto a él. Pidamos al Señor, en este día la gracia de aprender acoger como él, a todas las personas que hoy siguen siendo excluidas o señaladas por su estilo de vida o sus errores. Que de su mano, aprendamos a hacer de la misericordia un valor  que oriente nuestros relacionamientos.

 

Reflexionemos:

¿Juzgamos precipitadamente a los demás por sus comportamientos o su estilo de vida?, ¿cómo podemos poner en práctica la misericordia?

 

Oremos:

Enséñanos, Señor, a ser misericordiosos como tú para aprender a reconocer lo bueno que hay en cada persona; a darnos la posibilidad de conocer al otro en su realidad, para no juzgarlo precipitadamente. Amén.

 

Recordemos:

Jesús con su vida y sus acciones, nos enseña a ser misericordiosos como el Padre.

 

Actuemos:

Pidamos perdón al Señor en este día por las veces en que juzgamos a los demás de manera precipitada antes de conocerlos.

 

Profundicemos:

Jesús encarna con su vida y acciones, el rostro misericordioso del Padre y nos enseña la manera cómo podemos ser misericordiosos con los demás (Libro: Misericordia y consolación).

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