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29 de junio

 

“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (Mt 16, 15)

 

En este día celebramos la solemnidad de san Pedro y san Pablo, los dos grandes apóstoles y columnas de la Iglesia. Por eso, el evangelio nos remite a la pregunta que Jesús hace a sus discípulos sobre su identidad: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”; y a la cual, solo Pedro responde: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. De allí, que sea el instrumento humano elegido por Jesús, para liderar y acompañar el nacimiento de la comunidad discipular: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y ni el reino de la muerte la derrotará. Yo te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. A través de nuestro bautismo, nosotros al igual que Pedro, recibimos la gran tarea de continuar edificando la Iglesia a través de nuestro testimonio de vida cristiana y de nuestro compromiso con la tarea evangelizadora. Pidamos al Señor, que nos ayude a ser más conscientes de esta misión, y a cooperar mucho más con nuestros párrocos, sacerdotes, obispos y con las enseñanzas del Papa Francisco, en la construcción de una Iglesia más fraterna, solidaria, misericordiosa y abierta a la humanidad.

 

Reflexionemos:

¿Cómo participo de la vida de la Iglesia hoy?, ¿cómo puedo participar en la construcción del Reino de Dios, desde las realidades que vivo en familia o en mi lugar de trabajo?

 

Oremos:

Gracias, Señor, por llamarnos a formar parte activa de nuestra Iglesia. Ayúdanos a comprometernos más con ella, a través de nuestro testimonio de vida y de la ayuda que podamos brindar a todos aquellos que nos forman y guían en la fe. Amén.

 

Recordemos:

Todos formamos la Iglesia de Dios.

 

Actuemos:

Recemos en este día por nuestros sacerdotes, párrocos, obispos y por el Papa Francisco para que el Espíritu Santo los continúe iluminando y fortaleciendo en su misión.

 

Profundicemos:

Los sacerdotes han recibido la gran misión de continuar guiando y formando al pueblo de Dios. Orar por su santificación nos ayudará a acompañarlos en esta importante labor (Libro: Novena para pedir por la santificación de los sacerdotes).

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