23 de mayo

 

“El que tenga sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba” (Jn 7, 37)

 

Después del camino recorrido durante estos cincuenta días de Pascua llegamos hoy a la gran solemnidad de Pentecostés. La liturgia que nos ha acompañado durante este tiempo, nos ha permitido percibir el protagonismo del Espíritu Santo, no solo en la vida de fe de los discípulos, sino también en nuestra realidad actual marcada por la pandemia y las manifestaciones. Por eso, el evangelio de este día nos invita a contemplar en Jesús la fuente de agua viva, de la cual emana todo aquello que necesitamos para continuar nuestro camino de cada día, con esperanza y llenos de los dones y frutos de su Espíritu: “El que tenga sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba”. Como la creación entera, nosotros también estamos gimiendo y sufriendo dolores de parto ante las circunstancias actuales que vivimos, pero en lugar de ver en ellas, ocasiones de dolor y sufrimiento, estamos llamados a reconocer los signos de vida nueva que Dios gesta en nosotros. Que renovados por la presencia y la acción del Espíritu, retomemos nuestra vida ordinaria con mayor fe, resolución y esperanza.

 

Reflexionemos:

¿Reconocemos en Jesús la fuente de nuestra vida y salvación?, ¿qué dones o frutos del Espíritu Santo necesitamos para renovar nuestra fe y nuestra entrega cotidiana?

 

Oremos:

Ven, Espíritu Santo a nuestras vidas y bendícenos con los dones del amor, la esperanza y la paz. Que llenos de tu presencia, podamos afrontar las realidades difíciles que vivimos con mayor resolución y confianza. Que junto a ti, descubramos en Jesús la fuente de agua viva que sacia las necesidades más profundas de nuestro corazón. Amén.

 

Recordemos:

Jesús es la fuente de agua viva que sacia las necesidades más profundas de nuestro corazón.

 

Actuemos:

Pidamos al Espíritu Santo en este día aquellos dones o frutos que más necesitamos para vivir con fe y esperanza el momento actual.

 

Profundicemos:

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad que tiene la gran tarea de formar a Dios en nosotros (50 preguntas y respuestas sobre el Espíritu Santo).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Requiere asesoria? Activar chat

×